Osorninos advierten que el financiamiento es el gran obstáculo para la aislación térmica

La aislación térmica de las viviendas como uno de los ejes fundamentales del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) fue el centro del segundo Diálogo por un Nuevo Aire, en el marco de la campaña que impulsa El Austral de Osorno.
En la ocasión, se abordaron las distintas aristas que involucra el acondicionamiento térmico, que van desde la aplicación de nuevos estándares de construcción habitacional hasta la entrega de subsidios con el objetivo de que la comunidad use de forma eficiente la energía al interior de sus casas.
Participaron Jorge Pasminio, académico de las universidades Austral (Uach) y Los Lagos (ULagos) y ex seremi de Medio Ambiente; Emeterio Carrillo, concejal DC; Ricardo Fernández, académico de la ULagos; Raúl Ilharreguy, arquitecto; Fabiola Salinas, directora de Vinculación con el Medio de Inacap; Freddy Valderas, representante del Centro Para el Progreso; Eliana Catrilef y Patricio Ruiz, presidenta y director, respectivamente, de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos; Luis Álvarez, de la Asociación de Consumidores; Jorge Bello, presidente del Colegio de Arquitectos; y Joselyn Miranda, por la Cámara Chilena de la Construcción; además de los representantes de la firma Toyotomi, Eugenio Avendaño y Felipe Jirón.
El PDA tiene una vigencia de 10 años -desde 2016-, período en el que se considera concretar la entrega de 15 mil subsidios de aislación térmica con una meta anual de 1.500, aunque desde su puesta en vigencia a la fecha sólo se han concretado alrededor de 2.000.
El geógrafo y académico Jorge Pasminio explicó que como seremi de Medio Ambiente (2014-2018) participó de la implementación y puesta en marcha del PDA.
Según detalló, fue concebido pensando en intervenir las viviendas (44 mil en la ciudad), ya que son la principal fuente de emisión de material particulado fino MP 2,5, el cual proviene del uso de leña con más de un 25% de humedad, que es la causante de la contaminación del aire en la comuna.
“El PDA no es un documento de buenas intenciones, sino que es una norma primaria ambiental._Entonces, más que fallar respecto a sus medidas, han sido los tiempos y la inversión que debe realizar el Estado, que considera 48 millones de dólares ($32 mil millones), de los cuales 38% están destinados para la aislación térmica de las viviendas”, comentó.
Una opinión distinta tiene el arquitecto Raúl Ilharreguy, que considera que las obligaciones legales implementadas en el PDA no han sido positivas ni para la comunidad ni para la construcción, generando una crisis en todos los sectores.
“El PDA tiene muchas cosas buenas en teoría, pero que en la práctica están redactadas de tal manera que han impedido su correcta aplicación, y más bien han creado un perjuicio”, dijo el profesional.

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